Los Desafíos al manejar padres Difíciles

Escrito por Beth Lueders

No importa cuán admirable seas como maestro y cuánto te amen tus estudiantes, ocasionalmente te encontrarás con un padre difícil. Tal vez incluso varios padres enojados a la vez que exigen respuestas inmediatas de ti.

Dealing with an angry parent.

Parte de ser un educador exitoso es saber cómo responder a los padres molestos y saber cómo evitar las frustraciones parentales desde el principio. Si bien un padre descontento puede parecer grosero e intolerable, tienes el poder de mantener la calma y la compostura y cambiar la situación estresante para obtener el apoyo del padre para ti y la escuela.

Quejas comunes de los padres.
Los padres generalmente son apasionados con sus hijos y quieren lo mejor para ellos. Cuando algo parece fuera de lugar en la escuela, esta preocupación apasionada puede alimentar la culpa y la ira. Mientras te enfrentas a una confrontación con un padre, recuerda que el padre puede tener solo algunos detalles que su hijo compartió y esos detalles pueden necesitar más aclaraciones para su precisión.


Las siguientes son algunas de las quejas más comunes que los padres hacen sobre los educadores y la administración escolar.

"Mi hijo es un buen estudiante. Tú eres el problema".

"A mi hijo no le gustas como maestro".

"A mi hijo lo están acosando; ¿por qué no han detenido esto?".

"No estoy de acuerdo con las calificaciones que le diste a mi hijo".

"Mi hijo con necesidades especiales no está recibiendo los servicios que requiere".

"Das demasiada tarea, y no tengo tiempo para ayudar".

Cómo manejar padres molestos.
Independientemente de lo que provoque una reacción negativa, ¿cómo puedes ayudar a disminuir la situación y buscar las mejores respuestas? Puedes manejar la dificultad con el padre practicando estas sugerencias de comunicación.

Escucha bien.
A veces, un padre solo necesita desahogarse. Permitir que el padre exprese sus frustraciones puede ser de gran ayuda para llegar a un acuerdo sobre cómo resolver la preocupación. Puede ser tentador interrumpir al padre con tu perspectiva, pero aguanta la lengua y escúchalo.

Valida los sentimientos y preocupaciones del padre.
Mostrar empatía al entender por qué el padre está molesto puede ayudar a calmar la ira. Si bien es posible que no estés de acuerdo con la forma en que el padre está respondiendo, quieres transmitir que sus sentimientos son importantes y que juntos encontrarán soluciones. Recuérdale que tú y ellos son un equipo, no están en desacuerdo. Muchas veces, no han considerado que tal vez el niño no ha sido completamente honesto o ha fallado en revelar toda la historia.

Toma responsabilidad.
Si bien es posible que no seas directamente responsable de la dificultad, puedes comprometerte a asumir la responsabilidad de buscar soluciones. A veces, pedir disculpas en nombre de la escuela y de las personas que pueden haber contribuido al problema es lo que el padre quiere escuchar. Un sincero "lo siento" con la promesa de investigar el problema puede hacer maravillas para reconstruir la confianza con el padre. Y ten en cuenta que estar de acuerdo en que hay un problema por resolver no es lo mismo que estar de acuerdo en que el padre tiene la razón.

Investiga y realiza un seguimiento.
Discuta los pasos que usted y los padres pueden tomar para abordar el conflicto. Hable con su director o con otras personas que puedan abordar directamente el problema con los padres. Asegúrese de volver a contactar al padre cuando haya investigado más a fondo la queja.

Para obtener más ideas sobre cómo trabajar bien con los padres para ayudar al estudiante a tener éxito, consulte "Qué hacer cuando los padres culpan a los maestros.

Acerca de

Beth LuedersBeth Lueders es una periodista galardonada que ha cruzado casi 20 países para documentar historias sobre lecciones extraordinarias aprendidas a través de la resiliencia. Su trabajo incluye reportajes detallados sobre la situación de los niños envenenados por la radiación de Chernobyl y de los aldeanos africanos. Beth ha escrito y coescrito varios libros, incluido "Bend: When Life Dares You to Break". Beth vive en Colorado, donde también es voluntaria con su collie campeón del AKC para visitas de terapia con mascotas a escuelas, hospitales, centros de atención y bases militares.

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